jueves, 4 de julio de 2013

CUANDO NO HABÍA PASAPORTES EN EUROPA

Edward Snowden - por todo lo que sabemos - sigue atrapado en el aeropuerto de Moscú, zona de tránsito, técnicamente territorio internacional. Su país de origen le ha cancelado el pasaporte. Es decir: ya no puede viajar, a menos que otro país le "adopte". 

Es curioso que pocos se preguntan de donde viene eso de los pasaportes y como es posible que tu gobierno te anule el pasaporte sin orden judicial, sin juicio, sin nada. 

Tal vez sería bueno que echemos un vistazo a nuestros pasaportes. en el mío pone en la última página en alemán, inglés y francés: "Este pasaporte es propiedad de la República Federal de Alemania." Y como no me pertenece, me lo pueden quitar y anular cuando les dé la gana. Es bueno recordarlo. Algunos países no te lo ponen en el pasaporte. Pero te lo quitan igual cuando les dé la gana. Recordemos: yo solo puede viajar por el mundo porque mi gobierno me lo permite amablemente.

Quiero citar del artículo que la Wikipedia dedica a los pasaportes. Es muy interesante:

En la última parte del siglo XIX y hasta la Primera Guerra Mundial, en general, no se requería pasaporte para los viajes dentro de Europa, y el cruce de la frontera era fácil. En consecuencia, relativamente pocas personas tenían pasaportes. El Imperio Otomano y el Imperio Ruso mantenían los requisitos de pasaporte para viajes internacionales, además de un sistema interno de control de pasaporte para viajar dentro de sus fronteras.
Pasaportes tempranos incluían una descripción del titular del pasaporte. Las fotografías comenzaron a ser adjuntadas a los pasaportes en las primeras décadas del siglo XX, cuando el uso de la fotografía se extendió.

Durante la Primera Guerra Mundial, los gobiernos europeos introdujeron requisitos de pasaporte frontera por razones de seguridad (para mantener a los espías) y para controlar la emigración de los ciudadanos con habilidades útiles, manteniendo la mano de obra potencial. Estos controles se mantuvieron después de la guerra, y se convirtieron en procedimiento estándar, aunque no sin controversia. Los turistas británicos de la década de 1920 se quejaron en particular sobre adjunta fotografías y descripciones físicas, que a su juicio lleva a la deshumanización.

O sea: había un tiempo cuando no existieron pasaportes. También fue así en los tiempos bíblicos. Y no por eso se hundió el imperio romano. Los turistas ingleses que se quejaron de las fotografías en sus pasaportes no se podían imaginar la cantidad de información que un pasaporte normal y corriente contiene hoy. Y luego lo más preocupante: tu gobierno te anula el pasaporte, por la razón que estimen conveniente y te quedas donde estás. 

Antes de la primera Guerra Mundial, esto no era posible. Pero hoy vivimos en una democracia. Y es posible. Antes de la primera Guerra Mundial existía el patrón oro que daba estabilidad al dólar, al marco, a la libra. Ahora vivimos en una democracia y nuestro dinero es un trozo de papel con dibujitos y un número.

Antes de la primera Guerra Mundial, el único contacto que un ciudadano de EE.UU. tenía con el gobierno federal era cuando entró en una oficina de correos. Y no era obligatoria mandar cartas. Ahora es contacto perpetuo. Por cierto también en este lado del Atlántico. 

Tal vez algún día entenderemos que en 1914 se inició algo más que una Guerra Mundial. Para los que sobrevivieron el massacre se inició también la sistemática limitación de sus libertades.