Ayer habló Obama. Como se suele decir aquí: cada vez que abre la boca sube el pan (o el interés de los bonos a 10 años). Lo que dijo en su discurso de ayer no fue una sorpresa para nadie: EE.UU seguirá endeudándose a más no poder.
En la zona euro priman de momento los esfuerzos para ahorrar. Bueno. No exactamente. Digamos: endeudarse menos que en el pasado. Pero en el otro lado del Atlántico no se van a privar de nada. Es como Grecia, pero sin el mazo de Merkel encima. Reducir el deficit no tiene prioridad, dice Obama. Y por eso se van a endeudarse por otros 1,33 billones de dólares. Viva la Pepa. Es decir: 30 mil millones de dólares MÁS que el año pasado. Con estas nuevas deudas se va a incentivar el consumo y por ende el crecimiento de la economía, dice Obama. Y desde el abismo se oye la risa diabólica de Keynes: Jaaaa jaaaa jaaaa jaaaaaaaaaaaa.
Consumo a base de endeudamiento. Así Obama compra tiempo y Bernanke le acompaña. Si EE.UU. fuera una empresa, se hablaría de "dilación de la quiebra". En la economía privada es un delito. Pero los delinquentes mandan. Uno es presidente que gasta y su cómplice es jefe de la fed (banco féderal) que "imprime" el dinero para "pagar".
La historia de la economía y de las finanzas desde los principios de la humanidad nos enseñan una cosa: ni el crecimiento, ni el bienestar se crean con dinero que no existe. Nunca se ha hecho. Nunca se hará.
La expansión crediticia a través del endeudamiento creciente del estado compromete la política cada vez más. Más tarde o temprano lleva a una devaluación masiva de dinero a través de la inflación monetaria que llevará a una inflación de precios. El pato lo paga .... bingo: el ciudadano con su patrimonio. Obama gana tiempo y los bonos de EE.UU a diez años ganan altura. Desde ayer cotizan por encima del 2 %. Cada vez que abre la boca ...
El día de la madre de todos los impagos llegará.
"Dies irae, dies illa - solvet saeclum in favilla" dice la misa de requiem. Día de la ira, aquel día en que los siglos se reduzcan a cenizas.
En la zona euro priman de momento los esfuerzos para ahorrar. Bueno. No exactamente. Digamos: endeudarse menos que en el pasado. Pero en el otro lado del Atlántico no se van a privar de nada. Es como Grecia, pero sin el mazo de Merkel encima. Reducir el deficit no tiene prioridad, dice Obama. Y por eso se van a endeudarse por otros 1,33 billones de dólares. Viva la Pepa. Es decir: 30 mil millones de dólares MÁS que el año pasado. Con estas nuevas deudas se va a incentivar el consumo y por ende el crecimiento de la economía, dice Obama. Y desde el abismo se oye la risa diabólica de Keynes: Jaaaa jaaaa jaaaa jaaaaaaaaaaaa.
Consumo a base de endeudamiento. Así Obama compra tiempo y Bernanke le acompaña. Si EE.UU. fuera una empresa, se hablaría de "dilación de la quiebra". En la economía privada es un delito. Pero los delinquentes mandan. Uno es presidente que gasta y su cómplice es jefe de la fed (banco féderal) que "imprime" el dinero para "pagar".
La historia de la economía y de las finanzas desde los principios de la humanidad nos enseñan una cosa: ni el crecimiento, ni el bienestar se crean con dinero que no existe. Nunca se ha hecho. Nunca se hará.
La expansión crediticia a través del endeudamiento creciente del estado compromete la política cada vez más. Más tarde o temprano lleva a una devaluación masiva de dinero a través de la inflación monetaria que llevará a una inflación de precios. El pato lo paga .... bingo: el ciudadano con su patrimonio. Obama gana tiempo y los bonos de EE.UU a diez años ganan altura. Desde ayer cotizan por encima del 2 %. Cada vez que abre la boca ...
El día de la madre de todos los impagos llegará.
"Dies irae, dies illa - solvet saeclum in favilla" dice la misa de requiem. Día de la ira, aquel día en que los siglos se reduzcan a cenizas.