La bolsa
sube y esto parece que tranquiliza a todo el mundo. Tal vez sería conveniente
recordar que la bolsa sube sobre todo a base de expectativas que tienen que ver
con la facilidad de créditos para la banca. No porque haya mejorado algo. Lo
que ha mejorado es el optimismo de los inversores a base de espejismos. Dicho
en otras palabras: la bolsa va a seguir subiendo hasta que se hunda de nuevo.
Algunos profesionales sacarán su dinero antes con suculentos beneficios. Pero
la mayoría de los inversores se va a estrellar por enésima vez. Algunos nunca
aprenden. Se lo ganarán a pulso.
Al mismo
tiempo se habla del final de la rentabilidad del oro, de un ciclo de 12 años
que termina, de que el oro ya ha dejado de ser un puerto de refugio seguro, etc.
A esas
alturas ya no me sorprende que los que escriben en las páginas de economía y
finanzas hablan como un ciego de colores. Nunca aprenden. No sé por qué.
Una cosa es
especular con certificados de oro. Es lo mismo que invertir en bolsa, solamente
aún más arriesgado. Otra cosa muy distinta es comprar oro físico. El que compra
“oro” por ejemplo con ETFs (Exchange traded funds) no se diferencia en nada de
uno que invierte en bolsa. Y obviamente tiene que estar preocupado diariamente
con la cotización del precio del oro. Y entre esa gente ha cundido el pánico y
han invertido sus papeles en otro tipo de papel. Sin embargo, él que compra oro
físico compra un seguro contra la inflación y la devaluación de nuestras
divisas cada vez más infladas.
No es tan
complicado entenderlo, ¿verdad?
El hecho es
que mientras los “papeles” supuestamente basados en el euro se venden con
facilidad, los bancos centrales están comprando … averigua ¿qué? … oro físico.
Ellos sabrán por qué.
Lo mismo
hacen millones de particulares en todo el mundo con el efecto que un país como Sudáfrica
tiene problemas de mantener abastecidos los mercados en todo el mundo con la
moneda más famosa de oro: el Krügerrand.
El dólar,
el yen, la libra y en menor medida el euro siguen siendo cada vez más inflados.
¿Por qué? Pues, por lo siguiente:
Los estados
de la UE han aumentado sus deudas también el año pasado. ¿No se nos ha vendido
la moto de que se recortarían los gastos para reducir deudas? Claro que sí. Por
eso no creas nunca a alguien del gobierno. Al final del año 2012 la deuda
acumulada de PIB europeo era del 85,3 % (según Eurostat). Al final del año 2011
era del 82,3%.
¿Y la zona
euro? Deudas sobre PIB al final del 2011: 87,3 %. Al final del 2012: 90,6%.
Es decir:
las deudas siguen creciendo, a pesar de todas las medidas de “austeridad”.
Grecia
aumentó el endeudamiento nuevo en el 2012 en un 10%, cuatro 4% más de lo que
predijo la Comisión europea. Grecia tiene hasta el año 2016 para bajar esta
tasa al 3 %, cosa que no va a conseguir ni en mil años.
Más datos:
Portugal: Su
déficit anual aumentó al 6,4 %. Bélgica aumento al 3,9 %. Francia aumentó al
4,8 %. España aumentó al 10,6 %.
Es decir:
Cada vez hace falta más dinero (de los ciudadanos) para pagar deudas cada vez
más altas. Y no importa realmente si España, por ejemplo, consiga sus créditos
al 6% o al 4 % como de momento. La diferencia es simplemente si el crash ocurre
un poco antes o un poco más tarde.
Los
ciudadanos no están dispuestos a aceptar más recortes. No van a aceptar más
subidas de impuestos. Pero están dispuestos a aceptar inflación por una lógica que
se me escapa, sinceramente.
Y por eso
camino vamos a seguir. Y cuando la inflación – que no es otra cosa que un
impuesto que no lleva este nombre – llegue al 6 o al 8 o al 10% anuales,
aquellos que tienen oro físico tienen algo que está inmune a manipulaciones
monetarias. Una onza de ora siempre será una onza de oro. Y ha mantenido su
valor estable desde hace miles de años.
Espero que esto
también algún día se entiende en las redacciones de economía y finanzas de
nuestros periódicos.