Los gobiernos europeos
son los discípulos más fieles del economista Keynes. El lema: “¡Qué el estado
se encargue!” De mi sueldo, mi familia, mi pensión, en fin: de todos mis problemas.
Para que el estado
pueda ejercer de niñera necesita dinero. Por eso nos cobra ese dinero. Pero no es suficiente. Por eso la niñera estado tiene que prestar dinero. Es lo que han hecho nuestros
gobiernos. Lo hicieron durante muchos años. Había un boom. Pero el boom se acabó.
La economía no levanta
cabeza, porque el estado la tiene maniatada. Solo el estado puede levantarla. El
estado no permite que nadie lo haga por él. Para eso la economía necesita
subsidios que a su vez tienen que ser prestados por el gobierno. Por eso tenemos
una depresión económica.
Para los países que están
en una depresión económica solo quedan algunas posibilidades:
- Los gobiernos pueden imponer más austeridad. Es políticamente cada vez más difícil aplicarlo. Los “expertos” keynesianos dicen que esto impide la recuperación económica.
- Los estados que todavía no están en quiebra tienen que endeudarse para pagar la factura. Esta idea no es popular en en esos estados.,
- Los estados insolventes pueden salir de la zona euro y inflar sus nuevas monedas. Sería un problema para todos.
Resumen: no hay salida
ni barata, ni indolorosa. Los países insolventes quebraran en algún momento.
Esto obligará al BCE de inflar el euro. Estoy hablando de hiperinflación, de
dos dígitos. Claro que tampoco es una buena solución, porque las obligaciones
de Supernanny con los parados, los pensionistas, etc. siguen. Y el importe de
estos pagos por hacer en el futuro es astronómico.
¿De qué estoy hablando?
Estoy hablando del
final del estado de bienestar. Es una verdad 100% segura que nadie quiere
mencionar: el estado de bienestar está acabado. No se puede costear. No se
pueden cumplir las promesas. Si no lo crees pregunta al Señor Hollande, presidente de un país vecino.
Pero la fe de la gente
en Supernanny Estado sigue inquebrantable. “No es mi problema”, dicen los
creyentes en Estado Todopoderoso en la Tierra.
Ahora no. Pero mañana,
sí.
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