No había artículos míos en este blog últimamente. Estoy ocupado con el manuscrito de mi libro sobre la "crisis". Espero terminarlo para finales de agosto. Mientras tanto, el blog tendrá menos artículos.
Ayer cayeron acciones, bonos, el oro, el petróleo, casi todo y en todo el mundo. ¿Por qué? Porque Bernanke, el presidente de Banco Federal de EE.UU., hizo una alusión que tal vez, la economía de EE.UU. se está recuperando y que cabría la posibilidad que la Fed cortara antes de lo previsto sus operaciones de inundar los mercados con un billón de dólares anuales.
Bernanke es el equivalente de un capo de un cartel internacional de drogas. El es el Super Camello. Es el hombre que provee la dosis diaria. En todo el mundo, los adictos dependen se su provisión de "coca" digital.
Y cuando el capo deja entrever que la provisión de la droga favorita - dinero digital - se puede ver reducido, los adictos entran en modo de pánico.
Por las calles del mundo anda el fantasma del "mono". Ayer todo el mundo quería el billete de salida. La gente se refugia al dinero en efectivo cuando temen que los mercados pierden su dosis de dinero digital que se basa sobre los pagarés de los gobiernos.
Bernanke está ahora en un aprieto. Con solo susurrar la palabra "recuperación", causa un pánico mundial en los mercados. Los dinero-digital-adictos de todo el mundo quieren escuchar otra cosa como "todo seguirá igual". "Recuperación" significa que el camello reduce la dosis de alucinaciones diarias. Pero a los mercados les encanta alucinar en colores. Los bancos centrales son proveedores de alucinaciones. Su trabajo es crear dinero de la nada y los inversores se comportan como si esto fuera dinero. Pero tiene tanto de dinero que la cocaína tiene de dieta mediterránea. Las drogas sirven para que la gente que las toma vive en un mundo que no existe. La inflación monetaria tiene el mismo efecto: hace que la gente cree ver cosas que no existen.
Y actúan como cualquier adicto a las drogas: cuando el camello dice que posiblemente caerá menos nieve, empiezan a comprarla a cualquier precio. Empiezan a almacenar su droga preferida, vendiendo valores. Vendieron acciones, oro, bonos y petróleo, aceite, tomates y jamón ibérico. En todo el mundo. Harán cualquier cosa para seguir alucinando.
Pero algún día pasarán el mono. Y ese día está cada vez más cerca.
A mí no me gustan las drogas. Prefiero la dieta mediterránea.
Y actúan como cualquier adicto a las drogas: cuando el camello dice que posiblemente caerá menos nieve, empiezan a comprarla a cualquier precio. Empiezan a almacenar su droga preferida, vendiendo valores. Vendieron acciones, oro, bonos y petróleo, aceite, tomates y jamón ibérico. En todo el mundo. Harán cualquier cosa para seguir alucinando.
Pero algún día pasarán el mono. Y ese día está cada vez más cerca.
A mí no me gustan las drogas. Prefiero la dieta mediterránea.
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