Erase una vez un hombre, Pepe, que vivía por encima de sus posibilidades. Muy por encima. Como no había manera de controlar sus gastos, un amigo le ofreció su ayuda.
"Te has gastado el año pasado 10,000 euros más de lo que has ingresado. Tienes que prometerme que no vas a seguir así y que te vas a gastar menos. Prométemelo.
"Prometido. Así lo haré "dijo Pepe, "te pasarás dentro de un año y verás como habré recortado gastos drásticamente.
En la fecha indicada, el amigo volvió. Su única pregunta era: "¿Has recortado tus gastos"?
"Sí Señor, y tanto", fue la respuesta de Pepe. En vez de gastarme 10,000 Euros más de lo que ingreso, solamente me he gastado 8,000 Euros más de lo que ingreso. Es un ahorro del 20%. ¿No es fenomenal?"
Era el momento cuando el amigo de Pepe empezó a dudar, si debería llamar a los loqueros o todavía no.
¿Un mal chiste? ¿Una história ficticia?
Es la historia que escuchamos continuamente todos los días.
El amigo Pepe se llama "nuestro gobierno" (el color no importa) y lo que han hecho es exactamente esto: "recortar" gastos.
Traducido al mundo real significa: no ahorran nada. Recortan simplemente el endeudamiento nuevo. Es decir: gastan más que el año pasado, pero en vez de un 8 % más, solamente un 4,3%. Es decir: seguimos viviendo por encima de nuestras posibilidades. Ahorrar, no se ahorra ni un céntimo. Todo lo contrario.
Esto se llama "RECORTAR GASTOS". Y el público se lo cree. Y llora. Y los periodistas lo repiten docilmente: el gobierno (malo/bueno) ahorra.
Y vivieron felices y comieron perdices (a crédito) ... hasta que llegó el día de la verdad.
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