Hagamos la siguiente reflexión: si "rumores" son suficientes para que un banco llegue al borde de la quiebra, estos rumores se convierten en verdad, porque por rumores nadie va a la bancarota. La gente, empresas y bancos quiebran cuando no pueden hacer frente a sus obligaciones irespectivamente de los rumores que corren.
Gracias, señor presidente de Castilla la Mancha para recordarnos, que nuestro sistema bancario, cualquier banco, puede ser derribado por un rumor. Tan estable es el sistema.
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